viernes, 8 de febrero de 2013

Instrucciones para viajar en Metro. Edición para turistas interplanetarios



Una vez dentro del vagón, busque asiento. «Un descanso, ¡genial! ¿Cómo puede esta gente apañarse con tanto apéndice?» Dele la espalda. «¿Y no se escapará? Será mejor que no lo pierda de vista. ¿Por qué esa señora se frota el cuello tan asustada? Bueno, sigamos.»  Déjese caer manteniendo el tronco recto. «Esto debe estar mal: las vibraciones del cristal en la cabeza son muy desagradables. ¡Ah, las articulaciones inferiores! A ver cómo era ésto… Bien, ahora el doblez del medio… Pues no; era al revés. ¿Qué hace ésa ahora tirándose al suelo? Debe de ser marciana, siempre llamando la atención.»

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