jueves, 14 de julio de 2011

Retazo

Os dejo aquí un bosquejo de lo que podría llegar a ser un relato más largo. Espero que os guste.

 

Un pequeño punto de luz sobre su ojo derecho le hizo despertar de un sueño que no recordaba haber comenzado. Entre los ojos soñolientos se fue dibujando a forma de sus piernas, cruzadas sobre un suelo de tierra oscura y hojas. Al alzar la cabeza por encima de su cuerpo semisentado, un mosaico de luces y sombras verdes bañó su rostro. Trataba de recordar aquel lugar, dónde y cuándo había comenzado a dormir, pero una y otra vez sus recuerdos parecían evaporarse entre las garras de su voluntad. Permaneció un momento así, navegando por su mente en busca de una explicación, cuando un sonido rítmico llegó a sus oídos. Era muy leve, pero se acercaba a él. Olvidad ya toda razón y obedeciendo sólo al instinto, trató de incorporarse sobre las piernas entumecidas, pero un cordón firmemente atado a su cintura lo impidió separarse del árbol inclinado sobre el que se hallaba, sacándole un gemido ahogado del pecho. Las pisadas seguían acercándose y la mente aún adormilada le impedía pensar con claridad. Mientras forcejeaba con todo su cuerpo para escurrirse bajo la cuerda, un montón de preguntas comenzaron a surgir en su cabeza, todas buscando explicaciones a la vez, provocando en el muchacho un creciente nerviosismo que amenazaba con volverlo loco. Cuando al fin consiguió liberarse, se paró un momento a escuchar las zancadas; parecían muy cercanas, y se acercaban por su derecha. Se levantó apoyando una mano en el tronco y allí, entre las raíces, vio un cuchillo. Lo agarró con fuerza y, sin pararse a pensar por qué alguien querría llevarle allí, atarlo de aquella forma y dejarle un arma, se adentró en el bosque. Sus pasos arrítmicos y vacilantes eran vigilados de cerca por decenas de ojos amparados entre brazos leñosos.

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